
La joven que patina encerrada en su música, la pareja que pasea construyendo ilusiones, la familia que aplaude los tropiezos del pequeño de la casa, los camareros que bromean mientras recogen las últimas mesas, el abuelo que cuenta batallas, los amigos que brindan con María, la señora que se acerca a la ducha e intenta eliminar las huellas de la arena, formando una peligrosa cola de gente acalorada, el perro feliz que agradece con el rabo, las niñas que buscan estar más guapas, el vecino que ofrece pulseras hechas a mano...
Y podría seguir describiendo lo que vi, las costumbres, los peculiares comportamientos. Podría seguir describiendo el mundo que nos rodea y al que no podemos tomar en serio.
Sólo pude apretar el volante y acelerar, acelerar y huir de la normalidad que tanto anhelo.
Ahora quiero buscar fuerzas de agún sitio, aunque algunas escaleras me impidan levantar la rodilla del suelo.
Quiero subirme al mundo de nuevo, levantar los brazos y disparar una enorme sonrisa.
1 comentario:
ves ? eres yotsuba !!
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